Metas Claras: Éxito Garantizado

Por Ninoshka Fasce

“Una persona promedio con talento promedio, ambición y educación, puede superar al más brillante genio de nuestra sociedad, si tiene metas claras y definidas.”  

Brian Tracy

¿A quién no le gustaría que la vida se le simplifique? Qué cuando quieras hacer algo, porque sabes que es bueno para ti, hacerlo te sea sencillo. ¿No te gustaría que las acciones necesarias para alcanzar tus metas te resulten fluidas, motivantes y hasta entretenidas? Acá te contamos algunos tips para que el camino hacia tus metas (personales, laborales o de tu organización) sea menos cuesta arriba.

Define tus metas: Definir tus metas te ayudará a focalizarte en lo que quieres y no en lo que no quieres, tener objetivos claros determina el camino a seguir y evita distracciones, quejas y búsqueda de culpables. Cuando te focalizas en el futuro, eres capaz de ver los obstáculos de antemano y anticiparte, puedes sentir que el miedo se asoma, pero tu foco te permite generar estrategias y el miedo no logra paralizarte.

Cuando uno está centrando su atención en lo que quiere lograr, es capaz de ver con mayor amplitud y profundidad, no ocurre que se topa de narices contra los obstáculos y la presbicia no le permite ver la verdadera dimensión y atributos del evento, teniendo que resolver todo sobre la marcha.

En 1979 Mark McCormack inició una investigación con estudiantes graduados del Harvard Business School. Se les preguntó a los graduados, si se habían fijado metas y si tenían planes escritos. El 3% tenía planes escritos, el 13% tenía metas, pero no las había escrito y el 84% no se lo había planteado. Diez años después, en 1989, los investigadores contactaron a estos mismos estudiantes y descubrieron que el 13% que, si se había planteado metas, ganaba en promedio el doble que el 84% que no lo había hecho, y el 3% que tenía sus metas por escrito ganaba diez veces más que el 97% de graduados juntos. La diferencia entre los tres grupos era sólo la importancia que le habían dado a sus metas y seguramente el grado de responsabilidad, que asumían con respecto a su consecución. Existen personas que saben que son responsables de sus decisiones, de sus acciones e incluso de sus emociones, otras que deciden no responsabilizarse de nada, que eligen ser espectadores en sus vidas. Esta segunda opción es más simple, permite mantenerse dentro de la zona de confort, permite no enfrentar los miedos, no afrontar los cambios, pero el costo es que uno no crece, no se desarrolla y será casi imposible que alcance el éxito.

Las metas son como nuestra brújula que guiarán el camino, enfocándonos y filtrando, gracias al SRA, los recursos y oportunidades, impulsándonos y motivándonos a tomar acción y por lo tanto aumentando nuestras probabilidades de éxito.

Para que nuestras metas sean efectivas en su tarea de movernos a la acción, ellas deben de ser claras y precisas.  No será muy útil tener como meta “trabajar en una buena empresa y vivir en un barrio bonito y seguro”.

Las metas para ser efectivas deben de ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un deadline claro. Es decir, SMART.

“En un año estaré trabajando en la empresa Avatar, como KAM, ganando 50% más que ahora y viviendo en el barrio El Tulipán”. Es más específico, medible y con el deadline claro. Si no fuese relevante para quién lo enuncia no motivaría y si no fuese alcanzable tampoco, ya que se vería que el esfuerzo a realizar no tendría las consecuencias esperadas.

Dale significado a tus metas: Para aumentar la probabilidad de cumplir nuestras metas, ellas deben de ser atractivas, tener la capacidad de motivar, activar. Para ello es necesario darles significado, identificando el propósito detrás de la meta, es decir, conectándolas con nuestros valores y aspiraciones. Si comprendemos porqué esa meta es importante para nosotros, la haremos más poderosa, más motivante. Recuerdo a una persona que me comentaba que su meta era conseguir un trabajo en una fundación, donde su trabajo tenga un impacto en la comunidad. Me llamaba la atención lo poco entusiasmado que lo comentaba. Al indagar lo que estaba detrás de dicha meta, la emoción cambió. Deseaba un trabajo con esas características porque quería que su familia se sienta orgulloso de él. Recordaba que su papá que siempre había trabajado como cajero en un supermercado, le contaba cuanto deseaba hacer algo por su comunidad como actividad principal y nunca lo pudo hacer por no atreverse a cambiar de trabajo. Tenía muchas ganas de contarle a sus hijos que deseó hacer algo, se esforzó y lo consiguió, lo emocionaba pensar que él podría ser un modelo de perseverancia para ellos. La meta “trabajar en una fundación” se transformó en activadora, recién teniendo claridad sobre lo que está detrás de la meta, es que adquiere la capacidad de activar el SRA con la potencia necesaria para movilizar nuestras acciones.

Auméntale la calidad a la foto: ¿Te has dado cuenta de que es mucho más motivante hacer aquello que tiene consecuencias en el corto plazo que lo que tiene consecuencias en el largo plazo? La imagen de anticipación produce tanto placer (o fastidio) como el hecho mismo, pero la intensidad de la emoción frente a la anticipación disminuye a más lejos en el tiempo esté la expectativa. Lo que pasará en unos minutos los vivo con mucha nitidez, con todo el cuerpo y con una fuerte conexión emocional, lo que ocurrirá mañana un poquito menos, en una semana, menos y lo que ocurrirá como consecuencia de nuestros actos en unos meses o años se visualiza sin conexión emocional y de manera borrosa, uno sabe que, si hace deporte hoy de manera consistente, en 20 años tendrá una salud física extraordinaria, huesos fuertes, mayor agilidad mental, el IMC que espera. Pero es mucho más nítida la sensación placentera de seguir viendo una película, que el dolor de sufrir de osteoporosis u obesidad y por ello muchos no son constates, no ven la meta clara.

Para que la emoción producto de comprender lo que está detrás de la meta no se desvanezca en el tiempo, anota las consecuencias de alcanzar la meta. Por ejemplo: “Padre orgulloso, hijos con un modelo de perseverancia que los llevará a enfrentar los obstáculos que la vida les coloque con optimismo, el trabajo que deseo”. Escríbelo a mano y coloca ese papel en algún lugar donde puedas verlo o sácale una foto y tenla en tu celular. Ahora busca un lugar donde puedas estar solo y tranquilo y con los ojos cerrados, imagina la escena de haber alcanzado la meta. Imagínate al teléfono cuando recibes la llamada esperada, ¿qué sientes?, visualiza un espejo al frente tuyo, ¿cómo ves tu rostro? ¿cómo se siente tu respiración?, mira ese espejo y visualiza a tu padre detrás de ti, ¿cómo recibe la noticia? Viaja unos años en el tiempo y visualiza el impacto de tu logro en tus hijos, ¿qué actitud tienen ante la vida? Ellos saben que todo te costó, que no fue gracias a la suerte sino al esfuerzo y por eso tienen la convicción de que pueden conseguir todo lo que quieran y tu estas orgulloso de eso.

Visualizarte alcanzando la meta y las consecuencias de ello, provoca que vivencies lo que ocurrirá con todo el cuerpo, con conexión emocional, lo cual aumenta la motivación y por lo tanto la probabilidad de lograr lo que deseas.

Has un plan flexible: La motivación es indispensable para alcanzar nuestros objetivos, pero motivación sin un plan puede llevarte a tomar, con mucho entusiasmo, acciones que no den ningún fruto. Por ello identifica los pasos y acciones a seguir para alcanzar lo que deseas. Divide tu meta en submetas, a más pequeñas y alcanzables mejor; recuerda que estamos hablando de acciones concretas, “estudiar lo más posible”, no es una acción concreta, “estudiar una hora diaria”, es más claro y permitirá mantener el enfoque y notar tu progreso. Es mejor plantearle a tu equipo, hacer dos ventas diarias, que 10 a la semana o 40 mensual. A más pequeñas más alcanzables y por lo tanto la anticipación es más positiva.

Enfrentar obstáculos es inevitable en el camino hacia tus metas. Cuando ello ocurra escribe qué aprendiste, qué parte de la estrategia debes cambiar/mejorar, recuerda que los obstáculos son aprendizajes.

Recuerda que los desafíos son oportunidades de crecimiento y desarrollo personal.

Aunque es importante tener un plan de acción, también es fundamental ser flexible y adaptarse a las circunstancias cambiantes. Si te encuentras con un obstáculo inesperado, ajusta tu plan y encuentra nuevas estrategias para superarlo.

 Recuerda que la adaptabilidad es clave para superar los desafíos y mantener el impulso.

Te será útil buscar apoyo, ayuda, orientación, ya sea que contrates un coach o un consultor o que busques a personas de tu entorno que ya hayan recorrido ese camino y te puedan orientar. Es sabio quien aprende de la propia experiencia, pero más sabio aun quien aprende de la experiencia ajena.

Aplicando estas estrategias, estarás mejor equipado para superar los desafíos que puedan surgir en el camino hacia tus metas. Tu determinación y motivación son fundamentales para alcanzar el éxito. ¡Persiste y mantén el enfoque en tu visión!